1 de Mayo. El viaje desde Raleigh, North Carolina-NY-Boston

¿Querías volver a sentir el sabor de la juventud?

Pierde tu tren en Penn Station, a donde debería haber llegado a las 5pm en lugar de hacerlo a las 11pm. Un conductor sureño muy mayor para el volante, incapaz de hablar y conducir al mismo tiempo, overbookings, además de retrasos en vuelos conexiones y equipajes tuvieron la culpa.

Que tu tren se haya marchado sin ti, que no haya hoteles a precios menores de 400 dólares en la zona de la calle 33 (varios de ellos completos, incluso si estás dispuesto a hacer ese desembolso por unas horas de recogimiento), y que tengas que estar a la mañana siguiente en Boston son buenas razones para esperar el tren de las 2:40am en Penn Station.

¡Ah! ¡divina juventud! Memorias de los 20 años, durmiendo en la estación de Amsterdam un mes de agosto, con la ciudad al completo, a la espera de Gijs, Maarten y Peter.

Stylish y Juicy

La experiencia Penn tiene un punto stylish y un punto juicie. Stylish porque no podéis imaginar cómo se visten las newyorkinas de los suburbios el viernes, cuando vienen al centro preparadas para matar. Ningún 007 las supera. Cortan-la-respiración. También tuvo, sin saberlo, un punto risky.

Primero unas pinceladas sobre tendencias. Las mas atrevidas llevan zapatos de 12 centímetros de tacón ¿de veras pasean la quinta avenida sobre estas plataformas? Una razón más para admirarlas. En zapatos se llevan las pieles de pitón en plataforma, siempre elegantes y las sandalias abiertas de mucho tacón. También el rojo. Los vestidos, cortos y ceñidos. Las mas elegantes llevan pequeños drapeados. Más que vestidos, son cinturones largos.

Cuado la pieza es afroamericana tienes la sensación de estar viendo a la novia de superman. Las piernas no acaban nunca. Las pieles son increíbles. Son esculturas en ébano.

Para mi pesar la competencia era mucho menor entre los caballeros, por los que siento inclinación. En honor a la verdad, no estaban a la altura de los grupos de señoras veinteañeras que les acompañaban. La estación no tiene portaequipajes, de modo que solo pude ver a estas mujeres bellísimas salir de los andenes y desaparecer en las escaleras hacia 33st. ¿Dónde íban? No puedo adivinar. Uno de mis planes de sábado será volver sin maletas a la misma hora a Penn Station, en los fines de semana que estaré en NY, y averiguarlo.

El punto juicy de Penn Station lo ponen los zumos. Aunque tienen la inconveniencia de que los preparan añadiendo agua, siempre reponen. Visualmente los colores y las frutas reponen hasta el espíritu. Mi preferido es naranja con zanahoria. Si la materia prima es buena el resultado es excelente. La zanahoria aporta cuerpo al zumo y resta acided a la naranja.

¿Y el punto risky? La mañana siguiente se supo que la policía había estado peinando Times Square en busca de un explosivo.

Maletas robot

Las newstores son también estupendas en Penn Station, de modo que hasta pasadas las 12 cenicienta tiene donde entretenerse, siempre deslizando a su compás las maletas de cuatro ruedas.

¿Porqué no inventan un chip que haga que las maletas te sigan donde vayas en este tipo de terreno fácil y liso? Una especie de robot C3PO con capacidad de carga. Incluso con mensajes básicos tipo “espérame no vayas tan aprisa”, “disfruta del viaje”, “te conviene ser puntual”. “Tu tres sale en 20 minutos, te conviene ir al andén ya.” Algo que se pueda personalizar según perfiles. Yo, por ejemplo, no soy puntual.

Ideas4all

Voy a incluirlo en la página de ideas4all y se lo voy a dedicar a Samsonite y a Louis Vuiton –a ver cual se anima antes. A lo mejor revoluciona el mercado de maletas. Lo veo útil en aeropuertos con pasillos interminables.

Free Wifi hotspot en Penn Station, gentileza de Amtrack.

La sala de espera –esperando hasta las 2:40- es de acceso restringido a pasajeros. Muy amplia, poco concurrida y ¡tiene wifi! La inconveniencia se torna regalo inesperado (en los USA te enfrentas a blackouts de wifi de 17 horas si viajas a través de aeropuertos, donde la wifi no existe o tiene un precio desconsiderado para una parada de hora y media o una trayecto corto). O cuando la necesitas, no funciona. Está claro porqué prefiero los trenes. Hasta en esto, los trenes son mejores para el transporte de pasajeros.

Ojo, que volar me encanta. Pero en avioneta. La experiencia de aduanas, esperas, y tiendas aeroportuarias clonadas, por muy a bien que te la tomes, requiere mucha imaginación y paciencia para convertirla en algo aceptable. En el norte de la costa este hay preciosas pistas de aterrizaje para avionetas privadas pequeñas y aficionados. Esto sí es estimulante.

Al día

Como podéis imaginar, en la sala de espera de Penn Station me puse al día con el correo. Muy bien, porque hoy ya llevo un retraso de dos/tres días, y es muy difícil recuperar terreno por falta de wifi o tiempo. La conexión mínima son 20 minutos, y no cubre ni siquiera la lectura de los correos atrasados, no hablemos ya de la respuesta. Cuando estoy con mis amigos, me olvido del ordenador. Tenemos poco tiempo, y es un tiempo de un valor precioso.A la mañana siguiente nos entereamos de que la policía había estado trabajando en la deteccción de una bomba en Times Square. ¿Alguna duda sobre la calidad de i angel de la guarda? Es triple AAA

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  • marta lorca

    veo que lo estás pasando muy bien, txiki.. Tenemos plataformas de pitón y algún que otro cinturón. En eso vamos bien. Para el equipaje, lo mejor es ir sin, yo ya a estas alturas viajo de mochilera a la europea. maletita vacía para cargarla en destino y ya está. Un beso marta